miércoles, 7 de enero de 2009

SOY UN ARTISTA EN URUGUAY


Después de haber vivido la experiencia del año respirando el mismo aire que Madonna en River, nada mejor que cruzar la orilla y perderme por Montevideo para recuperarme. Perderme por Montevideo significa perderse en el tiempo por sus calles, barrios, plazas, playas y gentes. Tan iguales y tan distintos, uniendo dos orillas.

Ahí está Soy Un Artista! para llegar una vez más a Durazno y Convención (cuna de Jaime) en pleno barrio Sur o recorrer de punta a punta la peatonal Sarandí de la Ciudadela hasta el Mercado del Puerto, toda la Ciudad Vieja o visitar la Plaza de la Independencia y más allá la 18 de Julio la avenida comercial de la capital Uruguaya. La envidiable rambla desde el puerto hasta Carrasco invita a mates, caminatas y descansos en las mejores playas de la ciudad: Ramirez, Pocitos o del Buceo. Arenas blancas y agua limpia!!!. Si, el Rio de la Plata está limpio en la otra orilla. Yendo un poco más allá está el Cerro de Montevideo. El punto más alto de la ciudad donde traspasando la barriada más populosa en la base se llega a la cima donde se erije la fortaleza construida por orden del Gobernador Francisco Xavier de Elío en 1809 y finalizada en 1839 que es sede del Museo Militar General Artigas (padre indiscutido de la patria) desde 1916. La vista que ofrece de la ciudad este punto es inmejorable tanto de día como de noche.

Los bares notables hacen que una ciudad tenga ese espíritu bohemio tan característico de los rioplatentes. Montevideo no es menos que Buenos Aires. Entre lo mejor están los remozados Bacacay (frente al Teatro Solis) y Tabaré; los legendarios Almacén del Hacha data del siglo XVIII y el Cafe Brasilero (dicen se lo suele ver al escritor Eduardo Galeano) y los auténticos Giraldita en el Barrio Cerrito y Fun Fun con su uvita o el Roldos con su clásico medio y medio bien servido

Pero Montevideo también es música y pasión murguera. Y por eso no es raro encontrar batuques candomberos en la Plaza Cagancha ó Zabala por citar solo algunas. Y el famoso desfile de llamadas sobre la Avenida 18 de Julio durante los dias de carnaval. El Parque Rodó también puede ser un excelente programa para pasar una agradable tarde de verano. Pero si se trata de gastar algunos (muchos o pocos) uruguayos nada mejor que sumergirse en la gigantesca feria de objetos usados de Tristan Narvaja. Tengan en cuenta que un domingo entero no les alcanzaría para recorrerla de punta a punta. Allí hay de todo como en botica pero en la feria y al aire libre. Más pequeña y con una orientación más mercantil está la feria de Plaza Biarritz, donde se cruzan los distinguidos barrios de Punta Carretas y Pocitos.

Un nuevo lugar para descubrir es La Pasionaria, donde el ambiente relajado lleva a disfrutar de un buen almuerzo solo o acompañado, a conseguir objetos decorativos que en unos años serán de culto o simplemente a pasear por la vieja casona blanca de Manos del Uruguay disfrutando la lectura del algún libro de su biblioteca. (Soy Un Artista! recomienda Solo te quiero como amigo de Dani Umpi)

Esto es Montevideo tan igual y tan diferente a la vez. Somos vecinos, hermanos, amigos y más. Un sitio para recorrer una y otra vez. Para volver una y otra vez. Para perderse en Montevideo. Sabiendo ahora que perdernos por Montevideo significa perdernos en el tiempo por sus calles, barrios, plazas, playas y gentes, en cualquier estación del año, solo o acompañado.