sábado, 25 de abril de 2009

ANNIE PROULX EN ARGENTINA


A los 73 años es la referente de la "nueva" literatura rural norteamericana. Conocida mundialmente cuando una de las historias breves incluidas en Historias de Wyoming fue llevada al cine por el director Ang Lee, "Secreto en la Montaña" fue el disparador para conocer algo más de esta autora que en 1993 ganó el premio Pulitzer en su país por su novela "Atando cabos". Esos once relatos cortos editados en Argentina por Siglo XXI en 2006 podrían haber sido cada uno una película en si. En ellos Annie Proulx describe como nunca nadie antes lo hizo la difícil vida costumbrista de los habitantes de ese aspero e inhóspito ambiente rural conocido como "lejano oeste".

En su narrativa destroza la idilica construcción del Oeste Americano, la placentera vida familiar, el ambiente laboral y de entretenimiento por antonomasia que significan los tradicionales "rodeos". Imaginense entonces lo que fue descubrir primero en paginas y luego en el celuloide, una historia de amor entre dos hombres (uno ranchero y el otro vaquero) interpretados en el cine por Heath Leadger y Jake Gyllenhaal durante más de 20 años en ese bucólico paisaje, tantas veces heterosexualizado hasta el hartazgo en series de TV y películas de genero western. El paisaje en su obra literaria es desmenuzado por completo al extremo de radiograficarlo. Todos los detalles y situaciones explican las costumbres de los rancheros, vaqueros y mujeres del campo que luchan por sobrevivir en un ambiente extremadamente cerrado a lo distinto. Me animaría a proponer que este libro sea de lectura obligatoria en las escuelas (especialmente las norteamericanas) para finalmente desnudar mitos.

Comienzo a crear en la madurez, luego de formar una familia con cuatro hijos y separarse en tres oportunidades. Hoy intenta terminar las memorias sobre su casa de Wyoming.

Entre sus obras se encuentran Canciones del corazón (1988), Atando cabos (1993), Los crímenes del acordeón (1996), Brokeback mountain: Historias de Wyoming (1999), Un as en la manga (2005) y Secreto en la montaña (2006)



Annie Proulx en Argentina

Sabado 25/04 - 18.00 hs en la Freria del Libro.
Lunes 27/07 - 19.00 hs en el MALBA.

jueves, 23 de abril de 2009

LUCIA NABA ES LO MAS


Después de recuperarme del empacho cinematográfico que significo el BAFICI en su onceava edición y de delirar con The B 52's en el Luna (pueden ver los videos de esa noche en este mismísimo blog), me amigue con la tele. Y que bueno estuvo. Seguidor de "Los exitosos Pells" de la primera hora ya le encontraba más defectos que aciertos. Pero ayer llegó lo que estaba esperando. Rompiendo con una historia que de original paso a cuasi monótona en los últimos tiempos, le llego el turno a un nuevo personaje.

Lucia Naba es lo más. Solo Florencia Peña con gran destreza podía componer un personaje que de tan ridículo podría haber caido en el fracaso a los cinco minutos de aparecer en pantalla. Nada de eso sucedió. Desde el comienzo el episodio prometía más y más.

Para quien no lo vio la historia más o menos sería esta: Naba otrora la más mediatica de las conductoras de talk-show (pensemos en una excelente caricatura de Lia Salgado ó Moria Casan) vuelve al ruedo empujada por su sobrino "Tomatito" (Diego Ramos) el personaje de Tomás Andrada hijo de Franco Andrada (Hugo Arana) para vengarse de una cama que en su momento de mayor éxito la dejo afuera de los medios. Pero las segundas partes nunca son buenas. Ella pateticamente divertida genera malestar en todos y cada uno de los integrantes de Mega News. Pero al mismo tiempo desnuda (incluso al aire y en su programa) la hipocrecia que una vez más esta implícita en todos y cada uno de los actos interesados de los personajes. Su criatura es exquisitamente patética. Sus gestos, movimientos, muletillas, los detalles de vestuario, sus labios, etc, etc. etc. hicieron que un papel secundario fuera el protagonice del día. El renunciamiento a esa vida falsamente "divertida" significo de lo mejor del capitulo. Y el final satiricamente tragico fue antológico.

Florencia se lucio como Naba. Un personaje a su medida, que sin ser dramático le aporto una bocanada de aire fresco a una novedosa trama que, sin embargo, por el desgaste lógico de los meses estaba entrando en una meseta para nada aconsejable. Después de todo y como Naba proclama: "Les digo que soy la mejor, la number one. Speak English?".

miércoles, 1 de abril de 2009

Y LA RATA SIGUE VIVA


Fue allá por el año 1983 que conocí a P. y a su familia (madre, padre, hermanos, tías y abuelos) radicales y Alfonsinistas hasta la medula. Fue allá por el año 1983 que aprendí a conocer lo que es crecer y vivir en democracia. Y a conservar una amistad con P. que hasta el día de hoy cultivo.

La era democrática radical constituyo para mi un descubrimiento de muchas sensaciones nunca antes experimentadas. Y así se sucedieron una serie de acontecimientos artísticos/culturales impulsados por la gestión de gobierno. Como olvidarlo. Era un momento de esperanza en el que muchos sueños parecían posibles. Y lo fueron. Desde entonces, por ejemplo, la Feria Internacional del Libro pareció resurgir de las cenizas de la dictadura. El museo Nacional de Bellas Artes recibió una cuantiosa y nunca antes vista muestra de la obra del artista Marc Chagall que me deslumbró. Los recitales multitudinarios de bandas locales (quizá Soda Stereo sea el más recordado) se sucedían uno a otra durante los primeros veranos radicales. Y el cine irrumpió por decisión propia por primera vez.

En 1986, Alfonsín compartió con Luis Puenzo la alegría por el Oscar logrado a la mejor película extranjera (la primera y única para Argentina) que recibió en Hollywood "La historia oficial" protagonizada por Hector Alterio y Norma Aleandro. Se estrenó el 3 de abril de 1985. La gestión de Manuel Antín al frente del INCAA brindaría apoyo también a otros testimoniantes títulos de esa época como "Darse cuenta" de Alejandro Doria o "Camila” de María Luisa Bemberg, que constituyeron verdaderos frescos de la situación vivida durante la última dictadura militar.

La Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep), convocada por Alfonsín y cuya presidencia se otorgó a Ernesto Sábato, comenzó a realizar investigaciones relacionadas con la desaparición de personas y a recibir todas las denuncias y pruebas, para luego llevarlas a la Justicia. El informe, que fue conocido con el nombre “Nunca Más”, fue entregado al presidente en 1984 acompañados de una multitud de 70.000 personas.

El 4 de octubre de 1984 la Cámara Federal como tribunal civil constituido toma la decisión de desplazar al tribunal militar que estaba enjuiciando a las juntas para hacerse cargo directamente del juicio. Meses después se dictaría la sentencia condenando a Jorge Rafael Videla y Eduardo Massera a reclusión perpetua y a otros integrantes de la cúpula militar a condenas menores.

Se estimaba que en esa época existían más de 3.000.000 de personas, un 10% de la población, separadas de hecho, inhabilitadas para volver a casarse legalmente. Bajo el gobierno de Alfonsín fue presentado nuevamente un proyecto de ley de divorcio vincular, que fue sancionado como Ley el 8 de junio de 1987 a pesar de una fuerte presión ejercida por la Iglesia Católica para que se vetará la ley, finalmente eso no ocurrió. Pero si que el obispo de Lomas de Zamora, monseñor Desiderio Collino, excomulgó a los diputados de su diócesis por haber apoyado el proyecto proulgado ley. También se dio validez durante ese periodo a la patria potestad compartida en igualdad de condición ente el hombre y la mujer. La cúpula eclesiástica mantuvo siempre un enfrentamiento con el gobierno. Alfonsin nunca se auto proclamo católico practicante. Pero si fue honesto y austero en su gestión. En sus discursos luego de muchos años se volvió a escuchar aquella (mala) palabra: Pueblo. El pueblo hoy tan reemplazado por ese eufemismo de "la gente".

Alfonsin ha muerto ayer a las 20.30 hs. Muchas cosas he pensado y como siempre quedan fuera de la memoria al momento de expresarlas en este espacio siempre libre y tiranico a la vez. Que nos quede el recuerdo de un hombre honesto y sencillo que aún con sus propias contradicciones visiblemente expresadas sobre todo en la última etapa de su gestión, constituyó el pilar fundacional para sostener y fortalecer en el tiempo un proceso democrático siempre tituveante en nuestro país. Todo lo demás ya lo conocemos. Ahora al enterarme de su muerte y apelando a la melancolía de un tiempo que supo o quizo ser mejor la primera ráfaga que se me cruzo por la cabeza fue: "y la rata sigue viva". Por que la muerte no es justa para nadie. O por lo menos no debería.