domingo, 18 de noviembre de 2012

MUY PRONTO

Estoy que estallo de ganas de evaporarme, desaparecer, transportarme y siento que lo estoy logrando, también siento que cada vez estas más cerca de encontrarme. Te estoy diciendo que está pasando algo que se siente en el aire, en el sonido del agua, en la mirada de la gente. Cada vez más profundo, más agudo. Cada vez más sensible, más sutil. Cada vez más puro, más intenso. Tanto que si lo pensás es insoportable asumirlo y disfrutarlo en pleno. Una plenitud flagrante que invita a juntarnos. Estoy seguro que en ese punto nos encontraremos absorbiendo nuestra alquimia. Y me miraras de frente y yo algo demente no agachare la mirada. Entonces nos perderemos entre la dicha y el olvido. 

Termina una canción pero el disco sigue sonando. Hacia arriba voy. Seguime. Ya no hay llanto, no hay dolor, no hay duda. Hay velocidad y dinámica. Hay una deliciosa ansiedad, que me recuerda ser humano esperando encontrarte del otro lado del abismo. 

Acelera, acelera más que cuando creas que te vas a matar es porque estás llegando y justo vas a despegar. Nos vemos en la cumbre cuando hayamos ascendido. 

Anoche te soñé, mañana te encontré y pasado, en el juego del devenir, me esfumé. 

Lo mismo. Vos.

domingo, 28 de octubre de 2012

PASAJERO (EN TRANCE)

Arturo y Manuel. Madrid. La noche, la lluvia y un reencuentro después de varios años que no resultará.

lunes, 24 de septiembre de 2012

ME ACUERDO (TODAVÍA)

Me acuerdo de desear haber sabido antes lo que sé ahora.
Me acuerdo de los días lluviosos a través de la ventana.
Me acuerdo de la dulzura de Marilyn Monroe en Vidas rebeldes.
Me acuerdo de muchos primeros días de colegio. Y de ese sentimiento de vacío.
Me acuerdo de una placa colgada en la pared encima del televisor que decía “Dios bendiga nuestra casa hipotecada”.
Me acuerdo de algunas experiencias sexuales precoces y de las rodillas desolladas. Estoy convencido de que el sexo ahora es mucho mejor que antes, pero echo de menos las rodillas desolladas.
Me acuerdo, luego, de algunos besos. Y de, finalmente, reunir el valor para meter mi lengua en su boca, pero (¿qué viene ahora?) (¡socorro!), y entonces fue todo meter y sacar, meter y sacar, hasta que empezó a parecer un poco raro y comprendí entonces que era un palurdo.
Me acuerdo de cuando (fumado) el pensamiento más profundo del mundo se te evapora antes de encontrar un lápiz.
Me acuerdo de reflexionar sobre si se debe o no se debe matar una mosca.
Me acuerdo de un hombre gordo que vendía seguros. Un caluroso día de verano fuimos a visitarlo y llevaba puestos unos pantalones cortos y cuando se sentó se le salió un huevo. Me acuerdo de que era igual de difícil mirarlo que no mirarlo.
Me acuerdo de que cuando vivía en Boston me leí todas las novelas de Dostoievski una detrás de otra.
Me acuerdo de un chico con el que hice el amor una vez y de que cuando terminamos me preguntó si yo creía en Dios.
Me acuerdo de cuando creía que nada que fuese viejo podía tener valor.
Me acuerdo de los lecheros. De los carteros. De las toallas para invitados. De los felpudos de “Bienvenidos”. Y de las señoras de Avon.
Me acuerdo de evitar mirar a los lisiados.
Me acuerdo de lo excitante que es ver fugazmente un cuerpo desnudo en una ventana, aunque en realidad no hayas visto nada.
Me acuerdo de reordenar las cajas de caramelos para que no pareciese que faltaban tantos.
Me acuerdo de lo bien que puede saber un vaso de agua después de un helado.
Me acuerdo del día en que murió Marilyn Monroe.
Me acuerdo de muchos septiembres.
Me acuerdo de un día muy caluroso de verano en el que se me ocurrió poner cubitos de hielo en la pecera y se murieron todos los pescaditos.
Me acuerdo de esa sacudida que te da justo antes de quedarte dormido. Como cayéndote.
Me acuerdo de ponerme mi mejor ropa para ir a comprar ropa nueva.
Me acuerdo de llenar la cubetera hasta arriba y de intentar llevarla hasta el congelador sin que se me derrame nada.
Me acuerdo de los sonidos de las retransmisiones de béisbol que llegaban desde el garaje los sábados por la tarde.
Me acuerdo de la gente, en la calle cuando se ponía a llover, saliendo disparada con la cara contraída.
Me acuerdo de los cumpleaños.
Me acuerdo de lo que cuesta poner fin con naturalidad a una carcajada en público.
Me acuerdo de esas veces en que no sabes si estás muy feliz o muy triste. (Los ojos llorosos y el corazón alegre.)
Me acuerdo de intentar imaginarme de qué va todo esto. (La vida.)

Fragmento extraído de Me acuerdo, de Joe Brainard
ISBN: 978-84-96867-45-1

miércoles, 20 de junio de 2012

SENSACIÓN-EL

Tiene una sonrisa interesante,
unos labios despampanantes
y las palabras en su lugar.
Tiene algo enorme que me atrae,
no es un hijo de su madre,
ni es un nene de papá.
Tiene los discos que a mí me gustan,
baila tan moderno que me asusta
y confía en su espontaneidad.
Tiene una autoestima indestructible,
tiene horarios muy flexibles.
tiene tiempo, auto y lugar.


Tiene todo lo que un guacho tierno aquí debe tener,
tiene todo lo que tiene un pibe para hacerse valer.


Tiene buena piel, buena presencia,
me tiene mucha paciencia,
tiene mucho para dar!
Tiene postura crítica ante al mundo,
le gusta hacerse el profundo,
lo cual me resulta sensacional! 


Yo he sembrado en él demasiado y quiero cosechar.
Mis amigos ya saben que él es mi objetivo principal.


Letra de "Mucho para dar", editada en el álbum "Perfecto", de 2005 del artista uruguayo Dani Umpi, 


domingo, 10 de junio de 2012

DI/ME/QUE/YO

ÉL y ELLA se conocen justo en el momento en que rompen con sus respectivas parejas, ÉL siendo abandonado por su novia y ELLA abandonando a su novio… ¿Pueden dos desconocidos iniciar una conversación llena de mutuos reproches, discutir hasta gritarse y finalmente reconciliarse apasionadamente como si fueran una pareja?. Veámoslo.

lunes, 2 de abril de 2012

ILUMINADOS POR EL TIEMPO (30 años)


Lo hemos aprendido
Nosotros los sobremurientes
sabemos muy bien que tras el silencio
viene otro silencio atronador
Siempre será así

"Después del horror" es uno de los escritos compilados en el libro "Soldados" del poeta y excombatiente de la guerra de Malvinas Gustavo Caso Rosendi.

martes, 20 de marzo de 2012

EL DIA QUE MURIO CHANQUETE

Un día como hoy pero de 1983 aquel viejo pescador retirado que había dejado su destartalada barcaza (La Dorada 1ª) varada en la roca de una ética a prueba de basura televisiva moría. El recuerdo es deudor de la serie Verano Azul, acaso la más repuesta en la historia de la televisión española. Acaso la mejor que pudo dar la España posfranquista. Acaso la mejor manera de introducirnos -por estas comarcas- a la nueva "aventura" democrática argentina. El final de un verano que nos signo para siempre.

Pero ¿por qué nos marco tanto Chanquete? Por su fuerte imagen de Dios padre en el cuerpo y alma de Antonio Ferrandis con púberes apóstoles desorientados en bicicleta y con una María Magdalena rubia y algo cursilona que lo tenía como confesor. Es que ese viejo panzón y barbudo de carcajada potente que tocaba el acordeón no murió, ni morirá jamás. Porque representa la esperanza, las ilusiones y la dignidad de un país (podrá ser España, Argentina o cualquier otro) que todavía creía y cree en algo.

Es más que un icono de aquellos primeros años ochenta. Es un Quijote que encarna noblemente lo anárquico y lo establecido. Es simbolicamente el deseo de vivir en el país que queremos vivir. Fue como escribe el periodista y escritor Jesús Ruiz Mantilla "el impoluto pescador de nuestras transiciones". Que podrán ser políticas, de régimen, pero también generacionales o de época. Nadie muere del todo. Y Chanquete menos.

sábado, 11 de febrero de 2012

ONE MOMENT IN TIME


I face the pain, I rise and fall. Yet through it all, This much remains. I want one moment in time.

Whitney Elizabeth Houston

(Newark, 9 de agosto de 1963 - Los Ángeles, 11 de febrero de 2012 )

miércoles, 8 de febrero de 2012

DEJASTE VER TU CORAZON

"Somos burbujas que se rompen con facilidad... si no entiendo esto no podría crear"


Luis Alberto Spinetta

(Buenos Aires, 23 de enero de 1950 - Buenos Aires, 8 de febrero de 2012)