En continuo con mi producción (onírica) de ayer, les dejo este posteito para descifrarlo. Resulta que ya no sé si es realidad o no. Me es imposible discernir entre lo que sueño y lo que vivo. Esta vez la Taylor se casaba nuevamente. ¿En mis sueños o en la vida (i)real?. Su noveno matrimonio con no sé quién es todo un ejemplo (artístico) de como se puede estar en la picota sin decir ni producir hecho (artístico) alguno. Es más, para muchos de ustedes debe ser más recordada por este aspecto de su singular vida (no) privada que por ser la joven protagonista de "De repente, el último verano". ¿Como me ven en unos (cuuuuaaaaantos) años contrayendo enlace por... novena vez!!!, atiborrandome de joyas, con peluca (platinada, por supuesto), transitando una semi invalidez con mi yorkshire terrier blanco sobre mi falda?. Vieja, borracha y paralítica. Sí, pero con Glamour. Una vida de Artista!.
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