Pocas ciudades cosmopolitas del mundo pueden darse el gusto de soportar tres fenómenos climáticos por demás diferentes durante el lapso de un año. Buenos Aires es una de ellas. De esta forma agregamos a todo lo conocido otra pretensión grandilocuente para fanfarronear. A lo largo de poco más de un año, los porteños y bonaerenses del conurbano soportamos granizo, nieve y huno respectivamente. Somos únicos (en el mundo) hasta en eso!.
Suele ser un fenómeno típico en la región cuyana de Mendoza y San Juan, sobre todo en la zona de cultivos de la vid. Pero no, ocurrió en pleno centro de la ciudad. Corría una tarde de Junio como cualquier otra con cielo encapotado. Pero de pronto, poco después de las 16 horas, un manto negro se ciño sobre nuestras cabezas y enseguida una lluvia de granizo cayó con furia. Hubo temporal con influencia de aire templado, húmedo y muy inestable, transeúntes heridos y muchos vehículos dañados. Era el final. Pero no, todavía faltaba algo más.
Habitual en la patagonia, a lo largo de la cordillera, sobre todo en esta época del año. Un día feriado (como hoy) con temperaturas bajo cero desde muy temprano facilitaron que este fenómeno se repita por segunda vez en menos de 100 años de historia. Más de un abuelo no lo podía creer. Pero ocurrió. La inusual situación se debió a la irrupción de aire polar en los niveles medios de la atmósfera y la temperatura promedio, que es de 2 grados, según informó el Servicio Meteorológico Nacional (SMN). La térmica, en tanto, llegó a 1,2 grados bajo cero en Capital Federal y sus alrededores.
Todo comenzó en la madrugada del 9 de Julio pasado con una nevisca en las localidades del oeste de la provincia de Buenos Aires, y continuó durante la mañana y las primeras horas de la tarde hacia la Capital Federal, el norte bonaerense y el conurbano. Pero después del mediodía, cuando el frío se intensificó, se convirtió en nieve. Y todos festejaron en las calles, plazas y parques. Muchos alarmistas pensaron nuevamente. Era el final. Pero no, todavía faltaba algo más.
Mediados de abril. Otoño en Buenos Aires. Podría ser un lindo titulo para un film romántico nacional. En Londres suele ser cosa de todos los días, claro que aquella es capital del primer mundo. A raíz de la quema de pastizales producida en el Delta del Paraná y en la localidad de Zárate por parte de productores ganaderos de esa zona para generar pasturas para su ganado, en una practica muy habitual, la ciudad capital se "tapó" de humo provocando el "ahogo" de todos los ciudadanos. Niebla y Humo insoportable situación durante mas de una semana. Eso fue Buenos Aires. Malos Aires. Una postal 100% argentina. Los pesimistas a esta altura razonaron con su lógica y consideraron que era el final.
Que mas podía pasarnos. Granizo, Nieve y Humo. Como todos ya sabemos Argentina da para todo. Por eso cabe la pregunta: ¿Será el final?. O como decía alguien por ahí... Esto recién comienza.
HASTA LA PROXIMA. GRACIAS POR ELEGIR EL BLOG DE LOS ARTISTAS.
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