Las canciones de amor no van a cambiar el rumbo de la humanidad, pero sí pueden hacer evolucionar ciertas ideas; la inestabilidad de la presencia que nos conmueve no repugna a las experiencias que pueblan nuestras vidas, cada cual y cada quien sabe que la gente aparece y se eclipsa porque sí, o porque no, sin dar explicaciones, para reaparecer —o no— algún tiempo después, con tal de que no estén muertas.
Forzar la frontera entre la canción y la prosa es enriquecedor, sobre todo para la prosa; pero para expandir la frontera se necesita más que un puñado de buenas intenciones hechas canciones.
Así y todo, yo las sigo eligiendo para pasar mis mejores momentos, mis mejores dias.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario