sábado, 20 de agosto de 2011

TENEBRAE FACTAE SUNT

Y al momento, el velo del Templo, se rasgó en dos de arriba abajo; la tierra tembló y las rocas se hendieron; los sepulcros se abrieron y muchos cuerpos de los santos ya muertos resucitaron; y saliendo de los sepulcros, después que El resucitó, entraron en la Ciudad Santa y se aparecieron a muchos...
Tenebrae factae sunt, H129
Quedó en tinieblas la tierra cuando fue crucificado Jesús de Judea:
y cerca de la hora nona, exclamó Jesús, con voz potente:
¡Dios mio, Dios mio!, ¿por qué me has desamparado?
E inclinando su cabeza, entregó su espíritu.
Exclamando Jesús con voz potente, así:
Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.


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