jueves, 1 de octubre de 2009

EL DIA QUE VOLVI A VER (O CASI)

Mas tarde o más temprano tenía que ocurrir. Pero nunca es el momento para que algo no deseado suceda. Aclaro que deje pasar un tiempo -que por razones obvias se dieron de este modo- para poder procesar de alguna forma todo lo que pasó. Este proceso no fue fácil. No es fácil aún hoy.

Empiezo por el comienzo. Aquella noche viví extrañamente algo predecible. Sin embargo la noticia llegó inexorable y pegó duro. Esa noche al volver a casa sentí la necesidad de compartir ese momento. Pero también de digerirlo en soledad. A pesar de todo estaba tranquilo, como cuando alguién intuye lo que va a pasar. Entonces con un ritmo totalmente desacelerado me desprendí de la ropa que llevaba encima, me guarde en la cama y apague la luz. Lloré. La noche era ahora más oscura que de costumbre y más fria para mí. El silencio me aturdía y los pensamientos me perseguían sin control. Los días siguieron y entre preparativos ya pensaba en como contar esta historia. Los llamados de aliento y aguante se sucedían y las inevitables explicaciones también.

Cuando llegue a la clínica estaba muy tranquilo. Pero la espera fue larga. Era de noche. Ya instalado en el área quirurgica, pensé. Mucho. Pensé en tantas cosas. Pero lo que más recuerdo es que lo material perdió sentido por completo (la ropa, la plata, el celular y todo eso). Cuando se está en esa situación, donde ya no importa lo que podamos tener sino... en manos de quién estamos!!!, todo adquiere otro sentido. El equipo médico le puso toda la onda y en ese lugar tan poco cálido se escuchaba de ambiente Metro 95.1. Ok. Estuve tranquilo. Entre anestesia y amnesia llegue a escuchar el remix de Frozeen por Madonna. Fue entonces cuando llegue al cielo de sólo escucharla en esa situación. Es así. Un artista jamás debe perder estilo. Ni en esa complicada circunstancia. Podía irme de este mundo como siempre quise hacerlo. Pero todo paso rápido y sin complicaciones. Salí como había entrado, de a pie y con la cabeza en alto. Siempre para adelante. Pero con hambre de algo que a esas horas y en el estado en que me encontraba sólo se podía reducir al fast food del Auto Mc. Patético, por cierto. Por fin en casa. Mi cama, mi almohada… mi hermanita!!!. Bienvenido al club escuche por ahí. En pocas horas de vuelta al punto de partida. Aunque de día todo es diferente.

Los días transcurrían dentro de lo habitual en estos casos, con lo bueno y lo malo que eso implicaba. Un médico hoy, otro mañana. Control y más control. Estoy harto y desauciado. Y casi sin palabras. Con los días todo se hacía más lento y difícil. Pero como tengo buena memoria me acordé de una frase (a esta altura ya es de colección) de Moria “si queres llorar, llorá” Casan. “Yo soy de esa clase de personas que se caen en una cloaca y se levantan oliendo perfume a rosas”, le escuche proclamar autosuficiente a la ex Pantera de Mataderos.


A ver... antibiótico cada tres horas, gotas descongestivas cada seis o era al revés… Uy me quede dormido. De terror. Bueno hice lo que pude y más también.

Como ésta es (por ahora) una historia con final abierto, la terminó acá. Pero quiero que sepan que sólo yo y nadie más que yo sabe lo que es pasar por esto. No me gusta ponerme en víctima. Nunca lo hice. No es fácil de un día para el otro encontrarse en esta nueva situación. Pero lo tengo que superar, por que soy fuerte, por que Soy Un Artista! Y –como siempre dije- me debo a mi público. Por eso aprovecho para agradecer a todos los que se acercaron, estuvieron, llamaron, mensajearon o pensaron en mí. Familia, amigos, vecinos, compañeros de vida, de trabajo (ojo!, tome nota) y buenos conocidos. Buenas y Santas, gracias. Al llanero solitario de Venezuela, gracias. A mi Uruguay querido, gracias. Flía Lopez, gracias. Zulma C, gracias. A todos los que aportaron muchas calorías a mi reposo, gracias. A todos gracias.

No es habitual que escriba tanto sobre algo tan particular o intimo, pero lo sentí más que necesario, obligatorio. Esta piola compartir desde este espacio tan reservado cosas divertidas, alegres o entretenidas, pero también lo que viví es parte de lo que soy. O lo que seré de ahora en adelante. ¿Saben una cosa? lo malo también se comparte. Sépanlo. La vida nos da mucho, pero también nos saca otras muchas cosas. No quiero que pinte el bajón, pero es lo que hay. C'est la vie. La mía, pero también puede ser la tuya. Este será un día que quedará marcado a fuego para siempre en mi retira. Gracias por elegirme y leerme.

No hay comentarios.: