lunes, 5 de abril de 2010

EL HOMBRE QUE NO VENDIO AL MUNDO


"Soy varón, tengo 23 años y produzco leche. Nunca me habían dolido tanto los pechos, ni siquiera cuando los matones del secundario me retorcían las tetas. Ellos ya tenían vello ahí abajo mucho antes de que yo dejara de jugar con muñecas. Llevo meses sin masturbarme porque he perdido la imaginación. Cierro los ojos y veo a mi padre, niñas, pastores alemanes y comentaristas de noticieros, pero no a chicas desnudas y voluptuosas haciendo mohínes y estremeciéndose de placer con las posturas ilusorias que evoco en mi mente. No; cuando cierro los ojos, veo lagartijas y bebés sirena, aquellos que han nacido deformes porque sus madres tomaban píldoras anticonceptivas nocivas. Tocarme me da auténtico pavor.”

Intentar descifrar qué pasó por la mente de Kurt Cobain hace hoy exactamente 16 años atrás resultaría tan complejo como imposible. Además de innecesario para mi. Más allá de leer todas las biografías publicadas o de mirar una y otra vez "Last Days" esa magnifica "piedra preciosa" de Gus Vant Sant, donde no se pretende explicar por qué pasó lo que pasó, sino solo impactarnos con las crudas obsesiones del líder de Nirvana a través de las perturbadoras letras de sus canciones.


"No leas mi diario en mi ausencia."
"Vale, ahora me voy a trabajar. Esta mañana cuando te levantes, por favor, lee mi diario. Registra mis cosas y trata de entenderme."

(Journals By Kurt Cobain. Nov. 2002, Pagina 9).

Kurt Cobain Diarios 1988-1994, fue publicado en 2006 en castellano por Mondadori en su colección “Reservoir Books”, y no es estrictamente un “diario” sino una colección de cartas no publicadas, notas escritas de puño en cuadernos con espiral sin fechar, dibujos, gacetillas de prensa del grupo, reseñas inventadas, pequeñas diatribas de crítico de rock malhumorado, listas y algunas viñetas. Para los fanáticos, el material más interesante desde el punto de vista artístico son los comentarios inéditos de las canciones de In Utero y los borradores de las canciones de Nevermind, incluso la primera versión del clásico Smells Like Teen Spirit. Para los que traten de descubrir en estos textos inquietantes los motivos del suicidio –de la tristeza– del líder de Nirvana, se encontraran con la nota que escribió antes de su sobredosis en Roma y varias reflexiones sobre su adicción a la heroína y sus problemas estomacales, más su lucha contra las compañías, los periodistas y la sobreexposición que le dio la fama.

Desde el comienzo y con su tapa profundamente negra, lo que subyace a lo largo de sus más de 300 paginas es que el dolor ajeno resulta imposible de develar, aun cuando las reflexiones más íntimas estén descarnadamente al alcance del lector. Un misterio imposible de descifrar.

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